El sonido de la Kabalah

listenButton1.onclick = function(){ if(responsiveVoice.isPlaying()){ responsiveVoice.cancel(); }else{ responsiveVoice.speak("El sonido de la Kabalah Muchos de nosotros tenemos una idea clara sobre lo que es la música. Es algo familiar para todos, la tenemos siempre cerca, nos acompaña cotidianamente. Dependiendo de nuestro gusto por ella elegimos estilos, interpretes, instrumentos, grupos; pero el concepto de kabalah nos es ajeno y distante. Es normal porque hasta hace muy poco la kabalah estaba relegada solo a una cultura y dentro de esa cultura a un grupo de personas muy reducido y concreto. La cultura hebrea y los rabinos sus sacerdotes. Es recién en el siglo XX cuando la kabalah se ha abierto al mundo gracias a la visión de una serie de rabinos progresistas que han comenzado a filtrar y compartir algunos conocimientos muy a pesar de la oposición de la ortodoxia. Este gran paso nos ha permitido a los interesados en este maravilloso mundo acercarnos a la inmensidad de sus conocimientos y posibilidades. A pesar de este desconocimiento general sobre la profundidad y riqueza de la kabalah, siempre ha existido un interés, dentro de sectores minoritarios de población no judía por el mágico misterio que entraña este conocimiento. El kabalista desvela los secretos del mundo espiritual y se transforma en un mago, en un hacedor que puede controlar el tiempo e influir en el y en la materia desde la espiritualidad, el único camino posible. Para acercarnos al amplio y rico universo de la kabalah podemos decir que ésta nos desvela la importancia y profundidad que tiene para nosotros vivir la espiritualidad, a través de gráficos, números, secretos y libros mágicos anteriores a la Torá. Nos descubre las estructuras del universo y cómo este macrocosmos influye y se materializa en el ser humano como reflejo de toda la creación. Responde preguntas que nos hacemos desde que nacemos como quien soy, de donde vengo y a donde voy a través de un cuerpo de conocimiento, diagramas y un sinfín de herramientas que permiten el descubrimiento de nuestra propia luz, el despertar de nuestra fotónica. Nos adentra por el mundo del Pardes para que encontremos el Sod de cada búsqueda. Desde lo más evidente hasta lo más oculto desvelando el misterio de la creación a oídos que quieran abrirse a su sabiduría. El lenguaje de la kabalah y el de la música están muy cerca porque ambos hablan de números, tiempo, ritmo, emociones y sentimientos. La música nos acerca a nuestras emociones y desvela nuestros sentimientos. Es la herramienta mas rápida para transformarnos y para manifestar el paso del tiempo y su evolución. La música libera y estimula emociones que nos abren los sentidos y nos permite conocernos y conocer nuestro entorno y relacionarnos con él de manera íntima y personal. Cuando nos adentramos en la música y el sonido lo hacemos a través de instrumentos, ya sea la voz como la reina de todos los instrumentos o cualquier objeto sonoro y este hecho nos pone inevitablemente en contacto con nuestro rico mundo interior y por supuesto con el fin último de nuestro cometido: la espiritualidad. La emoción mas clara y profunda que yo siento cuando toco mis instrumentos o canto es el agradecimiento. Una conexión directa con la creación, una fusión, una comunión que me hace perder la noción del tiempo y del espacio. Me manifiesto como lo que soy, una vasija y el cosmos se hace presente con su bondad infinita y me da lo que necesito. Esto se produce porque la música y el sonido nos desvelan claves de información del universo. Códigos secretos encriptados que se abren delante de nosotros para poder entender nuestra existencia desde una perspectiva y consciencia más elevada. Por eso siempre dedico mi sonido al Creador y a los ángeles, eternos observadores, custodios de nuestra existencia. Uno de los conceptos más importantes que trata la cábala y que aparece como concepto fundamental en los libros que hablan de la creación es el fenómeno de la luz. Muchas veces hemos oído “Hágase la luz” Para la kabalah las palabras luz, infinito, vibración y misterio tienen la misma definición numerológica por la guematría y por ende el mismo valor numérico el 207. Las palabra luz, vibración y energía, son las tres palabras más importantes para la kabalah y las veremos descritas en este libro de varias maneras. Además constataremos cómo el fenómeno de la luz nos sirve de ejemplo para corroborar la teoría aquí presentada a través del arcoíris. La manifestación visible del fenómeno lumínico y representante del pacto o sello entre Dios y la humanidad. Para los kabalistas y la kabalah la verdad o realidad verdadera es la luz que emanan de cada cosa o manifestación. La materia no es lo real sino que los destellos de luz que emanan del Ein Soft hacia cada sefirot y se manifiestan en este plano dimensional como aparente materia. Es decir, un objeto se manifiesta y es por la energía que lo sustenta y no por su estructura. Muchas veces hemos escuchado el concepto de que todo es energía. Es como si la energía fuese el mínimo común denominador de todo. Todo esta compuesto en una medida u otra de energía y es a esta energía que se le denomina luz, vida o soplo divino. Desde lo mas evidentemente manifestado hasta nuestros pensamientos, todo está formado de energía. Si nosotros observamos una escala de frecuencias vibracionales nos daremos cuenta que entre la luz y la materia esta el sonido. Podríamos decir que este es un puente entre las dos realidades. Para la Kabalah el ser humano es comparado con un instrumento musical. Este debería conocer y utilizar las herramientas para afinarse y mantenerse en armonía La Menorá o árbol de siete brazos, también llamado árbol de luz, encierra grandes secretos que desvelan entre otras cosas que el ser humano es un puente entre dos realidades. El quinto brazo llamado los caballos de fuego describe como el mundo fue creado a partir de las letras del alfabeto hebreo y hace una analogía con el mundo. Por esto saber vivir es saber interpretar los textos sagrados. El poder y el rol que tienen las letras de este especial y primigenio alfabeto genera la liberación del alma y la sanación del cuerpo. El rey David compuso sus salmos con un arpa de 10 cuerdas. Esto representa la estructura del arbolo de la vida y de el extraeremos algunos de sus secretos para descubrir como el sonido, la música de las esferas, la vibración de nuestros planos responde a sonidos. Cada uno de estos sefirots corresponde a una vibración, y cada vibración se le corresponde un sonido, una nota y estas notas deben vibrar en armonía para que el ser humano pueda encontrar el equilibrio. Podríamos ver o comparar al ser humano con un instrumento musical y como tal se debe procurar las herramientas para auto afinarse y mantener esta armonía o dicho de una manera diferente sonar bien, entonar con el cosmos. De lo contrario una desarmonía en estas vibraciones puede desencadenar una disfunción en cualquiera de los planos y traducirse en enfermedades o estados de ánimo alterados. La música, si se crea y expresa desde la espiritualidad, es una forma de manifestación de la presencia de la Misericordia Divina que transita a través de ella, una forma o apariencia de la inteligencia divina que esta contenida en ella. Así como cualquier manifestación en este plano de la materia se corresponde a una apariencia a través de la cual la energía Divina se manifiesta. La misericordia en estado puro es inconcebible e insoportable por lo tanto tiene que estar escondida entre las manifestaciones de la materia. El sonido esta conectado con la fuerza de los nombres de Dios y nos permite acceder a diferentes planos de consciencia en los cuales encontramos respuestas y ayuda para nuestra salud, bienestar y procesos de aprendizaje. Existió una retroalimentación entre la escuela kabalistica y la pitagórica por el contacto con egipcios y babilonios. Según la kabalah tradicional la manifestación del sonido esta presente en el árbol de la vida de la siguiente manera: Esto se explica porque el primer triangulo formado por keter, binah y jojma son luz pura y no manifiestan el color, es decir frecuencias que nosotros podamos percibir. Esta teoría explica toda la relación de la creación y el número 7. En este grafico las notas (de la escala diatónica) sefirots y letras tienen un interesante paralelismo: DO aleph jesed misericordia bondad júpiter RE beth gebura rigor fuerza marte MI guimel tipheret templanza belleza sol FA dalet netzaj misericordia eternidad venus SOL hei hod rigor gloria mercurio LA vav iesod templanza base luna SI zain maljut templanza reino tierra Tanto los kabalistas como los pitagóricos tenían la convicción que el origen del movimiento de los planetas era el sonido y estos en su movimiento generaban frecuencias musicales. Yo pienso que la influencia de los planetas se produce justamente por esas frecuencias, inaudibles para casi la mayoría de personas pero absolutamente existentes y mesurables. La séptima rama dedicada a la guematría describe los nombres de Dios y especialmente el famoso tetragrama YHVH que representa el nombre el número y el árbol de la vida por el cual transita toda la energía necesaria para sostener toda la creación. El rey David que era un gran músico y tocaba muchos instrumentos. En el Salmo 150 enumera 9 de sus preferidos más la voz y se relacionan directamente con los sefirots del árbol de la vida. El shofar cuerno keter El nevel lira jojma El kinor arpa bina El tof tambor jesed El majol danza guevurá El minim órgano tiferet El ugav flauta netzaj Los Tziltzelei-shama platillos hod Los Tziltzelei-truá trompetas iesod Kol voz maljut En la Torá y por ende en el antiguo testamento, en el libro de los salmos la mayoría de los salmos comienzan con encabezamientos que tienen instrucciones específicas sobre los instrumentos con los que hay que interpretar cada salmo. Especialmente se hace incapié en la familia de los instrumentos, si son de cuerda, percusión o de viento e incluso, en el caso de la familia de cuerdas, que cantidad de cuerdas debe tener para su interpretación. El rey David tenía encima de su cama una lira de 10 cuerdas. Cada noche, cuando se iba a dormir, justo a las 12 de la noche, el viento comenzaba a tañer sus cuerdas creando una mágica melodía que lo despertaba y lo inspiraba para componer sus salmos. Sea verdad o no, esta bella historia, está cargada de simbolismo kabalistico. La lira representa la estructura del árbol de la vida del que extraeremos algunos de sus secretos para descubrir como el sonido, la música de las esferas, la vibración de nuestros planos, responde a sonidos. Los seres humanos tenemos en nuestro interior estas diez vibraciones, ritmos, pulsos o melodías con las que debemos crear nuestra propia música y vibrar en armonía. Es decir, somos un instrumento perfecto que nos manifestamos como vibración armónica, como reflejo del macrocosmos y del orden divino. Todos los salmos escritos por el rey David tienen en la esencia de su estructura la vibración que manifiesta este orden divino pero existen diez que representan exactamente estas vibraciones internas del ser humano y se reflejan en la estructura de una obra escrita por el rabino Najman de Breslov: el Tikun Haklali. Podríamos ver o comparar entonces al ser humano con un instrumento musical. Sus cuerdas podría estar representadas por los meridianos, sus cavidades resonantes los chakras y el maestro que tañe ese cuerpo es indiscutiblemente el alma, parte imperecedera y divina de nuestra existencia que controla y mantiene su armonía sonando bien y entonando en resonancia con el cosmos. De lo contrario una desarmonía en estas vibraciones puede desencadenar en disfunciones en cualquiera de los planos y traducirse en enfermedades o estados de ánimo alterados. Cada uno de estos sefirots corresponde a una vibración, y a cada vibración se le corresponde un sonido, una nota y estas notas deben vibrar en armonía para que el ser humano pueda encontrar el equilibrio. Muchas veces, los occidentales tendemos a confundir dos conceptos cercanos que utilizamos como sinónimos pero que en esencia encierran grandes diferencias. Me refiero a las palabras alma y espíritu. En hebreo espíritu se dice neshamá y alma se dice nefesh. De hecho podríamos decir que estos dos conceptos están contenidos el uno en el otro o uno es el vehículo del otro. Podríamos decir que el alma es la esencia del ser humano, es lo que somos. El espíritu en cambio es el aspecto del ser humano que nos conecta con Dios. Se dice que en el proceso de reencarnación hay una parte que queda en el Christos y una parte entra en el alma por la importancia de no perder nunca el contacto con el origen. Según la Kabalah el alma esta representada por 5 partes que la conforman. Nefesh corresponde al mundo de la acción, Ruaj al mundo de la formacion, Neshamá al mundo de la creación, Jaia al mundo de la emanación y Iejidá que es la vasija que recibe la luz del ein sof. La voz es la máxima expresión del alma. Cada individuo tiene una inconfundible y única impronta en su manifestación. Espero que este inconcluso artículo ilumine sus caminos. Nello Chiuminatto Importante: Debe aclararse que el responsable del sitio web no da consejos médicos ni receta el uso de técnicas como forma de tratamiento para problemas físicos o mentales sin el consejo de un médico, sea directa o indirectamente. En el caso de aplicar con ese fin alguna información de este sitio, el autor no asume la responsabilidad de esos actos. La intención del sitio es solamente ofrecer información de naturaleza general para ayudar en la búsqueda de desarrollo y crecimiento personal.", "Spanish Female"); } };

El sonido de la Kabalah

Es recién en el siglo XX cuando la kabalah se ha abierto al mundo gracias a la visión de una serie de rabinos progresistas que han comenzado a filtrar y compartir algunos conocimientos muy a pesar de la oposición de la ortodoxia.

Este gran paso nos ha permitido a los interesados en este maravilloso mundo acercarnos a la inmensidad de sus conocimientos y posibilidades.

A pesar de este desconocimiento general sobre la profundidad y riqueza de la kabalah, siempre ha existido un interés, dentro de sectores minoritarios de población no judía por el mágico misterio que entraña este conocimiento.

El kabalista desvela los secretos del mundo espiritual y se transforma en un mago, en un hacedor que puede controlar el tiempo e influir en el y en la materia desde la espiritualidad, el único camino posible.

Para acercarnos al amplio y rico universo de la kabalah podemos decir que ésta nos desvela la importancia y profundidad que tiene para nosotros vivir la espiritualidad, a través de gráficos, números, secretos y libros mágicos anteriores a la Torá.

Nos descubre las estructuras del universo y cómo este macrocosmos influye y se materializa en el ser humano como reflejo de toda la creación.

Responde preguntas que nos hacemos desde que nacemos como quien soy, de donde vengo y a donde voy a través de un cuerpo de conocimiento, diagramas y un sinfín de herramientas que permiten el descubrimiento de nuestra propia luz, el despertar de nuestra fotónica.

Nos adentra por el mundo del Pardes para que encontremos el Sod de cada búsqueda. Desde lo más evidente hasta lo más oculto desvelando el misterio de la creación a oídos que quieran abrirse a su sabiduría.

El lenguaje de la kabalah y el de la música están muy cerca porque ambos hablan de números, tiempo, ritmo, emociones y sentimientos.

La música nos acerca a nuestras emociones y desvela nuestros sentimientos. Es la herramienta mas rápida para transformarnos y para manifestar el paso del tiempo y su evolución.

La música libera y estimula emociones que nos abren los sentidos y nos permite conocernos y conocer nuestro entorno y relacionarnos con él de manera íntima y personal.

Cuando nos adentramos en la música y el sonido lo hacemos a través de instrumentos, ya sea la voz como la reina de todos los instrumentos o cualquier objeto sonoro y este hecho nos pone inevitablemente en contacto con nuestro rico mundo interior y por supuesto con el fin último de nuestro cometido: la espiritualidad.

La emoción mas clara y profunda que yo siento cuando toco mis instrumentos o canto es el agradecimiento. Una conexión directa con la creación, una fusión, una comunión que me hace perder la noción del tiempo y del espacio. Me manifiesto como lo que soy, una vasija y el cosmos se hace presente con su bondad infinita y me da lo que necesito.

Esto se produce porque la música y el sonido nos desvelan claves de información del universo. Códigos secretos encriptados que se abren delante de nosotros para poder entender nuestra existencia desde una perspectiva y consciencia más elevada.

Por eso siempre dedico mi sonido al Creador y a los ángeles, eternos observadores, custodios de nuestra existencia.

Uno de los conceptos más importantes que trata la cábala y que aparece como concepto fundamental en los libros que hablan de la creación es el fenómeno de la luz.

Muchas veces hemos oído “Hágase la luz” Para la kabalah las palabras luz, infinito, vibración y misterio tienen la misma definición numerológica por la guematría y por ende el mismo valor numérico el 207.

Las palabra luz, vibración y energía, son las tres palabras más importantes para la kabalah y las veremos descritas en este libro de varias maneras. Además constataremos cómo el fenómeno de la luz nos sirve de ejemplo para corroborar la teoría aquí presentada a través del arcoíris. La manifestación visible del fenómeno lumínico y representante del pacto o sello entre Dios y la humanidad.

Para los kabalistas y la kabalah la verdad o realidad verdadera es la luz que emanan de cada cosa o manifestación.

La materia no es lo real sino que los destellos de luz que emanan del Ein Soft hacia cada sefirot y se manifiestan en este plano dimensional como aparente materia. Es decir, un objeto se manifiesta y es por la energía que lo sustenta y no por su estructura.

Muchas veces hemos escuchado el concepto de que todo es energía. Es como si la energía fuese el mínimo común denominador de todo.

Todo esta compuesto en una medida u otra de energía y es a esta energía que se le denomina luz, vida o soplo divino.

Desde lo mas evidentemente manifestado hasta nuestros pensamientos, todo está formado de energía.

Si nosotros observamos una escala de frecuencias vibracionales nos daremos cuenta que entre la luz y la materia esta el sonido. Podríamos decir que este es un puente entre las dos realidades.

Para la Kabalah el ser humano es comparado con un instrumento musical. Este debería conocer y utilizar las herramientas para afinarse y mantenerse en armonía

La Menorá o árbol de siete brazos, también llamado árbol de luz, encierra grandes secretos que desvelan entre otras cosas que el ser humano es un puente entre dos realidades.

El quinto brazo llamado los caballos de fuego describe como el mundo fue creado a partir de las letras del alfabeto hebreo y hace una analogía con el mundo. Por esto saber vivir es saber interpretar los textos sagrados.

El poder y el rol que tienen las letras de este especial y primigenio alfabeto genera la liberación del alma y la sanación del cuerpo.

El rey David compuso sus salmos con un arpa de 10 cuerdas. Esto representa la estructura del arbolo de la vida y de el extraeremos algunos de sus secretos para descubrir como el sonido, la música de las esferas, la vibración de nuestros planos responde a sonidos.

Cada uno de estos sefirots corresponde a una vibración, y cada vibración se le corresponde un sonido, una nota y estas notas deben vibrar en armonía para que el ser humano pueda encontrar el equilibrio.

Podríamos ver o comparar al ser humano con un instrumento musical y como tal se debe procurar las herramientas para auto afinarse y mantener esta armonía o dicho de una manera diferente sonar bien, entonar con el cosmos. De lo contrario una desarmonía en estas vibraciones puede desencadenar una disfunción en cualquiera de los planos y traducirse en enfermedades o estados de ánimo alterados.

La música, si se crea y expresa desde la espiritualidad, es una forma de manifestación de la presencia de la Misericordia Divina que transita a través de ella, una forma o apariencia de la inteligencia divina que esta contenida en ella.

Así como cualquier manifestación en este plano de la materia se corresponde a una apariencia a través de la cual la energía Divina se manifiesta.

La misericordia en estado puro es inconcebible e insoportable por lo tanto tiene que estar escondida entre las manifestaciones de la materia.

El sonido esta conectado con la fuerza de los nombres de Dios y nos permite acceder a diferentes planos de consciencia en los cuales encontramos respuestas y ayuda para nuestra salud, bienestar y procesos de aprendizaje.

Existió una retroalimentación entre la escuela kabalistica y la pitagórica por el contacto con egipcios y babilonios.

Según la kabalah tradicional la manifestación del sonido esta presente en el árbol de la vida de la siguiente manera:

Esto se explica porque el primer triangulo formado por keter, binah y jojma son luz pura y no manifiestan el color, es decir frecuencias que nosotros podamos percibir.

Esta teoría explica toda la relación de la creación y el número 7.

En este grafico las notas (de la escala diatónica) sefirots y letras tienen un interesante paralelismo:

DO aleph jesed misericordia bondad júpiter

RE beth gebura rigor fuerza marte

MI guimel tipheret templanza belleza sol

FA dalet netzaj misericordia eternidad venus

SOL hei hod rigor gloria mercurio

LA vav iesod templanza base luna

SI zain maljut templanza reino tierra

Tanto los kabalistas como los pitagóricos tenían la convicción que el origen del movimiento de los planetas era el sonido y estos en su movimiento generaban frecuencias musicales.

Yo pienso que la influencia de los planetas se produce justamente por esas frecuencias, inaudibles para casi la mayoría de personas pero absolutamente existentes y mesurables.

La séptima rama dedicada a la guematría describe los nombres de Dios y especialmente el famoso tetragrama YHVH que representa el nombre el número y el árbol de la vida por el cual transita toda la energía necesaria para sostener toda la creación.

El rey David que era un gran músico y tocaba muchos instrumentos. En el Salmo 150 enumera 9 de sus preferidos más la voz y se relacionan directamente con los sefirots del árbol de la vida.

El shofar cuerno keter

El nevel lira jojma

El kinor arpa bina

El tof tambor jesed

El majol danza guevurá

El minim órgano tiferet

El ugav flauta netzaj

Los Tziltzelei-shama platillos hod

Los Tziltzelei-truá trompetas iesod

Kol voz maljut

En la Torá y por ende en el antiguo testamento, en el libro de los salmos la mayoría de los salmos comienzan con encabezamientos que tienen instrucciones específicas sobre los instrumentos con los que hay que interpretar cada salmo.

Especialmente se hace incapié en la familia de los instrumentos, si son de cuerda, percusión o de viento e incluso, en el caso de la familia de cuerdas, que cantidad de cuerdas debe tener para su interpretación.

El rey David tenía encima de su cama una lira de 10 cuerdas. Cada noche, cuando se iba a dormir, justo a las 12 de la noche, el viento comenzaba a tañer sus cuerdas creando una mágica melodía que lo despertaba y lo inspiraba para componer sus salmos.

Sea verdad o no, esta bella historia, está cargada de simbolismo kabalistico. La lira representa la estructura del árbol de la vida del que extraeremos algunos de sus secretos para descubrir como el sonido, la música de las esferas, la vibración de nuestros planos, responde a sonidos.

Los seres humanos tenemos en nuestro interior estas diez vibraciones, ritmos, pulsos o melodías con las que debemos crear nuestra propia música y vibrar en armonía. Es decir, somos un instrumento perfecto que nos manifestamos como vibración armónica, como reflejo del macrocosmos y del orden divino.

Todos los salmos escritos por el rey David tienen en la esencia de su estructura la vibración que manifiesta este orden divino pero existen diez que representan exactamente estas vibraciones internas del ser humano y se reflejan en la estructura de una obra escrita por el rabino Najman de Breslov: el Tikun Haklali.

Podríamos ver o comparar entonces al ser humano con un instrumento musical. Sus cuerdas podría estar representadas por los meridianos, sus cavidades resonantes los chakras y el maestro que tañe ese cuerpo es indiscutiblemente el alma, parte imperecedera y divina de nuestra existencia que controla y mantiene su armonía sonando bien y entonando en resonancia con el cosmos.

De lo contrario una desarmonía en estas vibraciones puede desencadenar en disfunciones en cualquiera de los planos y traducirse en enfermedades o estados de ánimo alterados.

Cada uno de estos sefirots corresponde a una vibración, y a cada vibración se le corresponde un sonido, una nota y estas notas deben vibrar en armonía para que el ser humano pueda encontrar el equilibrio.

Muchas veces, los occidentales tendemos a confundir dos conceptos cercanos que utilizamos como sinónimos pero que en esencia encierran grandes diferencias. Me refiero a las palabras alma y espíritu. En hebreo espíritu se dice neshamá y alma se dice nefesh. De hecho podríamos decir que estos dos conceptos están contenidos el uno en el otro o uno es el vehículo del otro. Podríamos decir que el alma es la esencia del ser humano, es lo que somos. El espíritu en cambio es el aspecto del ser humano que nos conecta con Dios.

Se dice que en el proceso de reencarnación hay una parte que queda en el Christos y una parte entra en el alma por la importancia de no perder nunca el contacto con el origen.

Según la Kabalah el alma esta representada por 5 partes que la conforman. Nefesh corresponde al mundo de la acción, Ruaj al mundo de la formacion, Neshamá al mundo de la creación, Jaia al mundo de la emanación y Iejidá que es la vasija que recibe la luz del ein sof.

La voz es la máxima expresión del alma.

Cada individuo tiene una inconfundible y única impronta en su manifestación.

Espero que este inconcluso artículo ilumine sus caminos.

Nello Chiuminatto

Importante: Debe aclararse que el responsable del sitio web no da consejos médicos ni receta el uso de técnicas como forma de tratamiento para problemas físicos o mentales sin el consejo de un médico, sea directa o indirectamente. En el caso de aplicar con ese fin alguna información de este sitio, el autor no asume la responsabilidad de esos actos. La intención del sitio es solamente ofrecer información de naturaleza general para ayudar en la búsqueda de desarrollo y crecimiento personal.